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Vi el cielo y me parecio verme a mi tirado en una bañera medio sucia.

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Un librito de poesia un poco para morir!
JM

3 de Febrero

Tres de la tarde. Alguien escribió en la pared, “puto el que lee”.

Cuatro de la tarde. Alguien siguió pintando el mural, ahora la frase parece borroneada. Vestigios. Me siento en una mesa y abro un libro de Marcelo Cohen mientras tomo una cerveza.

Cinco de la tarde. Ahora en vez de “puto el que lee” dice “Munasketay”. Leo en Internet que es una letra de una banda boliviana. En algún momento fue famosa. Apuntes.

Seis de la tarde. La Madre de Plaza de Mayo en el mural parece deforme, golpeada y por momentos asqueada. Resumen. Vestigios. Apuntes. Alguien ahora lee algo sobre la revolución. Trotsky. Mao. Marx. El Che. Gramsci. Panteón. Olimpo. Nuevamente Mao. Lenin.

Siete de la tarde. Los dos maoístas se sientan separados del resto. Solo hablan un poco en código indescifrable. Por mi parte, prefiero seguir leyendo a Marcelo Cohen. Mao. Lenin. URRS. Stalin. Ho Chi Min. Apuntes.

Ocho de la noche. Me voy. Me tengo que encontrar con Jimmy Choo en un antro de San Telmo. El mural está casi listo. Incluso alguno se animo a pintar a Darío Santillán antes de los balazos. Es tarde. Mao. Lenin. Trotsky. Stalin. Apuntes. Vestigios. Benjamin. Apuntes. Nuevamente Mao. Lenin. Ho Chi Min. Todos en musculosa mirando por la ventana del cuarto piso. Parecen una junta rara de esas nuevas. Mao.

Nueve de la noche. No hay rastros de Jimmy Choo. Sigo leyendo a Cohen ¿No será una trampa? Mao. .

Diez de la noche. Jimmy Choo no vino.

Once de la noche. Leo a Mao. La lucha del proletariado y de los pueblos revolucionarios por la transformación del mundo implica el cumplimiento de las siguientes tareas: transformar el mundo objetivo y, al mismo tiempo, transformar su propio mundo subjetivo, esto es, su propia capacidad cognoscitiva y las relaciones entre su mundo subjetivo y el objetivo. Estas transformaciones ya están en marcha en una parte del globo terrestre, la Unión Soviética. Me pregunto qué diría si hubiese visto caer la Unión Soviética. Mao. Agarrar las armas. Contexto. Lucha de Clases. Marx. Lenin. Mao. Veo los maoístas entrando en casas pidiendo comida. Mao. Trabajar. Gente en musculosa corriendo entre los colectivos. La Revolución naturista está comenzando.

4 de Febrero

Doce del mediodía. Mao. Según el materialismo dialéctico, la contradicción existe en todos los procesos de las cosas objetivas y del pensamiento subjetivo, y los recorre desde el comienzo hasta el fin; esto constituye la universalidad o carácter absoluto de la contradicción. Llegan y hablan de responsabilidad. De Militancia. Yo pienso en Jimmy Choo.

Dos de la tarde. Jimmy Choo

Cuatro de la tarde. Jimmy Choo

Cinco de la tarde. Discusión. Che Guevara. Hombre Nuevo. Vestigios. Mao. Apuntes. Militancia. Kisch. Snob. Lumpen. Negro de mierda de otra manera. Miro por la ventana y solo veo una paloma mover el cuello para atrás y para adelante. Discusión. Gritos. Mao. Prendería la televisión pero no hay. Estos maoístas se toman la demasiado vida en serio.

Siete de la tarde. Suena el timbre. Nos escondemos debajo de la mesa. Mao. Esconder libros. Falsa alarma. La novia. Nos están rodeando. Falta poco. Demasiado, demasiado en serio se están tomando esto.

Ocho de la noche. Sendero Luminoso. Solo pienso en traficantes de cocaína. El Presidente Gonzalo es inseparable de su todopoderoso pensamiento, el marxismo-leninismo-maoísmo, pensamiento gonzalo, principalmente pensamiento gonzalo. Jimmy Choo. Tráfico. Drogas. Peruanos. Cárcel. Tomar las armas. Vargas Llosa. Miro por la ventana y veo los edificios destruidos de la SIAM Di Tella del otro lado del Riachuelo. Sendero Luminoso. Pensamiento Gonzalo. Perú. Gente en musculosa desarmando el edificio de la SIAM Di Tella. Autos que entran y salen repletos de cocaína. Me miran de una ventana más arriba de la nuestra, en sus remeras se alcanza a leer Sex Pistols. Mao. Imperialismo.

“La militancia es una cuestión de ética profundamente arraigada en lo mas hondo nuestro”, eso leyó en un baño de la estación de trenes. Seguramente lo había escrito algún que otro intento de militante de la ciudad. Días mas tarde pensó en esa frase, era una especie de afirmación que poseía claras connotaciones de las mas variadas. En el mejor de los casos la militancia era moral y ética, es decir, histórica e ahistorica a la vez, enraizada en nuestro profunda conceptualizacion de la justicia. En el peor de los casos, la militancia era una opción mas dentro de las miles de opciones terrenales. Carolina una vez le había dicho una frase del Che, el la había buscado en casi todos los textos que tenia a mano, en ninguno de ellos aparecía. O bien Carolina la había inventado, cosa posible, o bien el Che la había dicho en una situación ajena a los libros, por ejemplo, bajando una montaña en dirección a la Habana o bien yendo a comprar puros al kiosco de la esquina o pidiendo papel higiénico en un baño publico. Un día también le habían contado la historia de Mao sentado en un banco mirando unas palomas cuando se le ocurrió que las tiñan todas de rojo, lo primero que hicieron fue abrir fuego y bajarlas a balazo limpio. Mao los mando a decapitar a todos. A Maiacovsky esa clase de historias le encantaban, mostraban el amor mas cercano hacia al prójimo, el Che yendo a comprar puros tirando frases lucidas, Mao mandando a decapitar a los que seguían sus caprichos. La Revolución es un acto mas, pero el mas de los mas. Así pensaba Maiacovsky o en fin, así creía hacerlo.