3 may 2010

Exŏdus

Exŏdus

He visto a mis parientes cercanos partir hacia otras tierras con el fin de repetir el éxodo. Fueron abriéndose paso entre la niebla, desde la lejanía parecían unos cuantos. Las Mujeres de la familia caminaban ocultas bajo un manto de duda, los Hombres, caminan decididos hacia un lugar soñado. Éxodo del latín Exŏdus. En el comienzo todo se asemeja a un Éxodo, viaje de un cuerpo poseedor a otro acogedor. Los hombres se detienen, se miran, y vuelven a emprender la marcha. Exŏdus, una definición, un lenguaje que autoriza, tal como El Hombre que guía la marcha y decide la cantidad de pasos antes de la próxima detención.
Desde mi reposo todo parece ser distinto. Soy un blanco débil que es obligado a prestar atención a los demás. Mis manos se asemejan a dos pinzas de cocina, dobladas sobre sus propias articulaciones. Mi posición me permite alcanzar a manotear un manojo de hojas que dejó tiempo atrás mi editor. Lo quisiera mirar con desprecio pero no puedo, solo se limita a saludarme con la mano y arrojar las hojas atadas lo más cerca posible de mi cama. Me arrastro con el deseo de clavarles mis articulaciones dobladas y perforar una a una las hojas hasta dejarlas ilegibles.
He visto a mis parientes cercanos vestir prendas rasgadas en medio de un desierto, repetir el éxodo a fuerza de convertirlo en verdad. Toda pretensión de existencia es solo factible en una realidad disímil, según algunos. El desierto como meta del éxodo y este de la verdad. Ruidos tambaleantes son los únicos capaces de llegar a mí. Detrás de la cama un gato duerme, de una manera lleva a cabo su propio éxodo, mi cama como una suerte de desierto. Mi cuerpo como un oasis retorcido de pinzas. El gato es tan parecido a mis parientes que por momentos creo que puede desaparecer por la ventana y mezclarse entre ellos. Los Hombres decidirán otra detención más antes del final. El gato emprende su éxodo de otra manera, como movimientos intermedios de una pausa con rasgos sagrados. Yo, en cambio, solo puedo emprender el éxodo entre cada visita semanal de mi editor. Los Hombres de mi familia, el gato y yo, somos todos iguales, cada cual guía su éxodo, y se detiene para clavar las articulaciones atrofiadas en su reposo, solo muy pocas diferencias.


Jeremías – Mayo 2010

Milena Caserola invita:

Milena Caserola invita:



A la presentación de 2017 Nueva Poesía Contemporánea,









Es un trabajo antológico (o dactólogico) único, de una envergadura continental y moderna. Por primera vez, se da a conocer una muestra de autores tan amplia de las tres Américas. 2017 representa un hito en la estructura de las geografías literarias del nuevo siglo. Nunca antes se ha recopilado el trabajo de tantos autores jóvenes, cuya presencia sea ya concreta, real y tangible. Un libro que compila, solo en el primer tomo, el trabajo de 50 poetas y ensayistas, nacidos en su mayoría entre 1974 y 1990. Poetas de Eeuu (campeones de Slam Poetry), Argentina, Chile, Brasil, Bolivia, Perú, Paraguay, Uruguay,

Guatemala, Colombia, NTNA, Honduras, Costa Rica, Puerto Rico y México. Poetas, investigadores, pensadores del resto. Sentando, quizás, las bases de lo que en algún momento, pueda llamarse, una nueva literatura contemporánea y tomando distancia, como generación, de la llamada generación de los 90.





Dactólogia: Todo compendio epocal que debiendo ser un casco en cinco dimensiones, se publica en formato papel.

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El conocido intelectual y poeta germano-argentino Walter Reich ha dicho en el Junge Welt (Berlín-Alemania):

“Hay un antes y un después de esta dactología magnifica, pero sobre todo un.”



El viernes 7 de mayo en la Feria Internacional del Libro de Buenos Aires

En el stand de poesía del pabellón verde

sector naranja

stand numero 14

a las 19hs.



Contara con la presencia de diferentes poetas antologados por la mano maestra de Sebastián Kirzner (el propio Sebastián Kirzner, Jeremías Maggi, Santiago Ney Marquez, Alejandro Jaramillo, Mariano Blatt, Ioshua, Juan Laxagueborde entre otros), y una introducción a la presencia de la poesía americana en Berlín enmarcada en la Feria Frankfurt 2010 por el poeta germano-argentino Walter Reich.

1 may 2010

Un oso


Al lado mío duerme un oso. He aquí una frase con sentido, finalmente he encontrado una. Un sentido por un lado figurado donde el oso puede ser cualquier cosa, desde su raíz china o asiática, su versión yanqui, su expresión moderna (como el oso Pardo), o tal vez en el peor de los casos su versión enclenque de oso Latinoamericano: Chiquito arriba de un árbol y aporreado por sus semejantes

Aunque, tal vez, la búsqueda pueda derivar, volcarse hacia otros planos. Por ejemplo, el plano donde el oso se transforma en una pesada forma de la palabra, una resolución de lenguaje, una existencia misma. Y es ahí donde el poeta se pierde (¿Dónde yo me pierdo?).

En narrativa, dirían algunos, todo debe poseer un sentido explicito, un suave milagro de sucesión de líneas que componen a su vez un territorio especifico (campo sin existencia), un prado, para el deleite de la expresión vocal, ya no oral, sino privada y a su vez privativa.

Acá al lado duerme un oso que no produce ningún ruido semejante a sus parientes cercanos. Este oso de lenguaje es particular, único. Sin embargo, el poeta ve otra cosa, él enunciaría: Acá al lado duerme un oso que brilla como una bola de billar. Y ahora la frase se acumula en una posición donde la coherencia no es el alma matter de todo relato, relato que al fin no es mas que eso, una idea expresada para el deleite de los tardocomprensores ubicados en los cerebros actuales.

De más está decir que el desarrollo de este cuento, que se inicia con, acá al lado duerme un oso que brilla como una bola de billar, no puede tener continuidad y por ende, el poeta decide, a desgano, dejarlo en su forma original.