8 sept 2009

SUDEMOSBACAS

El primero que llego acomodó las sillas en forma de círculo, dejo su sobretodo apoyado en una de las sillas y puso un poco de Madona para relajar el ambiente. A medida que pasaban los minutos la sala se fue llenando, algunos vestían ropas sueltas, otros simplemente venían desnudos, los mas, venían con largos sobretodos y sombreros de copa. El último en llegar cerró la puerta sin hacer mucho escándalo y se sentó en uno de los pocos lugares libres, recogió un panfleto que se había caído por la acción del viento. Lo miró y lo leyó rápidamente, decía algo del Sindicato Único de Monstruos Debajo de la Cama (SUDEMOSBACAS), volvió a leer y tomó nota de los reclamos. Aumento salarial inmediato, movilidad jubilatoria y aumento de las primas por susto. A los diez minutos empezó la asamblea, eran unos cincuenta delegados de las diferentes jurisdicciones del miedo. El primero en hablar desarrollo una breve historia sobre las primas por susto, sobre la necesidad de disminuir la luz en las habitaciones, la necesidad de ampliar el cupo de camas por monstruos y nuevamente sobre las primas por susto, y por ultimo resaltó el lucido artículo de Juan Domínguez sobre la flexibilización laboral de los monstruos bajo la cama en los tiempos actuales. El segundo en hablar no agrego nada interesante, hablo sobre el sol, sobre la forma y contenido del susto, y por último, sobre lo molesto de vestir sobretodo cada vez que necesitaba ir al baño. El tercero y último, después de un encendido discurso panfletario sobre la plusvalía del trabajo de los monstruos debajo de la cama, insistió sobre la necesidad de proseguir en la línea sostenida en la Tercera Internacional de Austria de Monstruos Bajo la Cama vertiente Clauskista. A las tres horas de haber comenzado la asamblea se resolvió por unanimidad una huelga por tiempo indeterminado de los monstruos bajo la cama. Obviamente esos seres de dos patas nunca se dieron por enterado. Los diferentes carneros volvieron al trabajo tirando abajo la moral que sostenía la lucha, y si a esto le sumamos, las ya notorias disputas internas dentro del movimiento, la unidad fue puesta en duda por el accionar mezquino de algunos integrantes de vertientes más radicalizadas que optaron, por la acción directa. De allí en más, la aparición de unas cuantas nenitas descuartizadas en sus propias camas, llamó la atención sobre la existencia de un asesino serial para los medios humanoides. Sobre la huelga de los monstruos, ni una palabra.

Septiembre - Buenos Aires – Jeremías Maggi

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